El norte de Noruega en junio: fiordos y montañas bañados por la luz del sol de medianoche. La línea ferroviaria de Nordland sale de Trondheim y se dirige al círculo polar ártico, pasando por Saltfjellet con el glaciar Svartisen hasta Bodø.
Al principio del verano, la costa del norte de Noruega se revela bajo la impresionante luz del sol de medianoche. El tren de Nordland atraviesa la noche clara y se abre paso a lo largo de los fiordos y ríos hasta llegar al círculo polar ártico. Cruza la árida meseta de Saltfjellet con el glaciar Svartisen para llegar puntualmente al festival de solsticio de verano en el estrecho de Saltstraumen, con la corriente de mareas más fuerte del país.
A lo largo de la ruta de Trondheim a Bodø, los vikingos lucharon, los nazis construyeron espectaculares puentes y túneles, y los samis, habitantes originarios del norte de Escandinavia, crían renos hasta el día de hoy. Un paisaje salvaje y rico en agua que desafía a piragüistas de talla mundial y pintores ambiciosos, y que da cobijo a innumerables alces y al raro zorro polar.
Ríos serpenteantes, innumerables canales y una cascada impresionante. Aquí se bañan los elefantes, mientras que las personas viven en casas sobre pilotes. El agua, fuente de vida, está presente en cada rincón del oeste de Tailandia. Y el ferrocarril sigue su curso.
"Khlong" es el sonoro nombre de los canales que atraviesan Tailandia. Los trenes cruzan sobre numerosas masas de agua, también a través del famoso puente sobre el río Kwai, inmortalizado en el cine. El viaje comienza en Mae Klong, en el golfo de Tailandia, donde el ferrocarril pasa a través de un mercado que se instala sobre las vías. En cuestión de segundos, los vendedores recogen sus puestos al paso del tren.
El recorrido alterna entre áridas salinas y exuberante naturaleza tropical. Durante siglos, los habitantes han aprovechado el agua del mar para la producción de sal.
Desde Bangkok, un tren se dirige al noroeste por la ruta del llamado "Ferrocarril de la Muerte". Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército japonés obligó a prisioneros de guerra y trabajadores forzados a construirlo. Hoy, menos de un tercio sigue en funcionamiento, lo que convierte el trayecto en una búsqueda de vestigios del pasado. Junto al monumento conmemorativo en Hellfire Pass, investigadores ferroviarios y un abad budista trabajan para preservar este conmovedor fragmento de la historia mundial.
Si quieres viajar por tierra de Winnipeg a Churchill, debes tomar el tren. Una sola vía conduce a través de la tundra canadiense hasta la bahía de Hudson. Es un viaje para relajarse, descansar y contemplar una naturaleza fascinantemente salvaje.
El viaje en tren comienza en Winnipeg, la capital multicultural de la provincia canadiense de Manitoba, formada por su población indígena y por inmigrantes de todo el mundo. En cuanto el tren abandona la ciudad, se puede ver la inmensa pradera. Ahora crecen cereales donde antes pastaban bisontes. Los bosques pantanosos de coníferas siguen más al norte. Aquí viven las comunidades de las Primeras Naciones, que sólo pueden llegar a sus reservas en tren.
Compraron y renovaron partes de la línea cuando las vías quedaron arrasadas en 2017 y se interrumpieron las operaciones ferroviarias. Por último, pero no menos importante, aparece la tundra ártica sin árboles. Tras 1.700 kilómetros y 45 horas de viaje en tren, se llega a la terminal en la pequeña ciudad de Churchill, con unos 900 habitantes. En otoño, cuando las aguas empiezan a congelarse, los osos polares se reúnen ahí y la aurora boreal brilla en la noche.
El trayecto ferroviario más bonito de Irlanda transcurre junto a acantilados espectaculares y huellas vikingas. Con Rosslare, al sureste, con la península de Howth, pasando por la capital, Dublín. Vikingos, normandos e ingleses marcaron esta zona.
El paisaje al este de esta verde isla es pintoresco: playas interminables y montañas solitarias. Aquí desembarcaron alguna vez los vikingos. Los normandos dejaron su huella. La zona también está marcada por siglos de una turbulenta historia con Inglaterra. Además de los magníficos castillos de los antiguos gobernantes coloniales, las ruinas de un monasterio paleocristiano y una tumba prehistórica en forma de dolmen dan testimonio de las diversas influencias culturales.
El equipo de filmación se encuentra con personas que encarnan el país moderno y al mismo tiempo continúan los pasos de sus antepasados. Un desvío nos conduce al fértil interior del condado de Wexford y a lugares mágicos de las montañas de Wicklow, antes de adentrarse a la ajetreada y bulliciosa metrópoli de Dublín. Un paraíso natural cerca de Howth vuelve a ofrecer relajación, un lugar donde no sólo una gran colonia de focas grises se siente bien.
San Cristóbal tiene una de las pocas líneas ferroviarias de caña de azúcar que quedan en el Caribe. Recorre casi 30 kilómetros a lo largo de la costa. San Cristóbal y Nieves son islas del norte antillano y uno de los estados más pequeños del mundo.
Tanto más sorprendente es que San Cristóbal tenga un ferrocarril. Los propietarios de las plantaciones locales construyeron entre 1912 y 1926 el ferrocarril de vía estrecha para transportar la caña de azúcar a la fábrica de Basseterre. Pero también en San Cristóbal, la caña de azúcar del Caribe perdió la competencia contra la remolacha azucarera europea. El tráfico de mercancías fue suspendido, pero fue reemplazado por el ferrocarril panorámico de San Cristóbal.
Los propietarios de trenes estadounidenses, que dependen principalmente de los pasajeros de los cruceros, compraron locomotoras más potentes, que en Polonia transportan remolacha azucarera. Con ellas remolcaban vagones de dos pisos que permitían ver el mar y las montañas. Las locomotoras de la época de la caña de azúcar están en mal estado, al igual que la antigua fábrica. El alto grado de humedad acelera el deterioro. Sólo la locomotora Hunslet nº 15 sigue en funcionamiento.
El maquinista la utiliza para trabajos de mantenimiento de las vías y de cuatro puentes largos y recuerda la época en que era la locomotora más potente de la flota y podía remolcar numerosos vagones llenos de caña de azúcar. Seguimos los pasos del antiguo ferrocarril de la caña de azúcar y vivimos aventuras ferroviarias junto con los trabajadores del ferrocarril panorámico de San Cristóbal.
El Expreso de la Reunificación recorre los 1700 km que separan Hanói y Ciudad Ho Chi Minh. Tras la guerra de Vietnam, el ferrocarril destruido fue rápidamente reparado para apoyar la reconciliación de los pueblos de Vietnam del Norte y del Sur.
El viaje de 32 horas por el país del sudeste asiático ofrece impresiones de una cultura única y paisajes impresionantes.
La primera parada es la reserva natural de Trang An, hogar de los rarísimos langures de Delacour, una especie de primates en peligro de extinción. El viaje continúa hacia el Sur cruzando el río Ben Hai a la altura del paralelo 17 norte, antigua frontera entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. Durante la guerra de Vietnam, se libraron aquí las batallas más sangrientas.
Poco más adelante se encuentra Hue, capital vietnamita en la época imperial, donde asistimos a una representación del Ballet Real.
Después el tren se acerca al paisaje más bello del viaje: el trayecto a lo largo del mar de China Meridional por debajo del conocido como "paso de las nubes", que hace de frontera climática entre el norte y el sur de Vietnam. Aprovechando la parada en Da Lat, hacemos una pequeña excursión en moto por las montañas antes de terminar el viaje a la mañana siguiente en Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón. El Expreso de la Reunificación es un símbolo de la reconciliación entre vietnamitas del norte y del sur.
Uzbekistán se extiende desde la cordillera de Gissar al mar de Aral, prácticamente seco. El país se caracteriza por interminables desiertos de arena y oasis que antiguamente fueron de los más importantes de todo Oriente.
Durante miles de años, había un único medio de transporte aquí, en la Ruta de la Seda: el camello. No fue hasta que Rusia se anexionó el territorio de la actual Uzbekistán, que se construyó la red ferroviaria. Hoy en día, el trayecto del Orient Silk Road Express sigue siendo la principal ruta de transporte entre las verdes regiones del este de Uzbekistán y los áridos desiertos del oeste.
Uzbekistán es una república independiente desde 1991. En Samarcanda, la segunda mayor ciudad del país, se han hecho grandes esfuerzos en los últimos años para atraer turistas. Desde hace un tiempo incluso hay una unidad de policía turística aquí. Las agentes más conocidas de la ciudad son las mellizas Fátima y Zukhra, que, antes de unirse a la policía, eran maestras de inglés. A su cargo se encuentra la famosa Plaza de Registán. Pero salir de patrulla no es nada fácil para las dos, pues los turistas siempre quieren una foto con las mellizas uniformadas.
La cordillera de Gissar es la estribación más occidental del Himalaya. Aquí se formaron durante millones de años las cuevas más profundas del mundo. Dos espeleólogos tratan de revelar un gran enigma. Cuenta la leyenda que, en el siglo XV, el conquistador Timur Lenk escondió a su ejército en la Cueva de Timur antes de dominar toda Asia Central. Los investigadores quieren averiguar qué podría haber de cierto en la leyenda.
Uzbekistán está conformada principalmente por desiertos. Se extienden desde Turkmenistán a través de Uzbekistán hasta Kazajistán. Un río atraviesa estos tres países: el Amu Daria, que ha abastecido al mar de Aral durante millones de años. Pero el algodón que se planta aquí requiere ingentes cantidades de agua. Como resultado, el mar de Aral se está secando. De hecho, hoy el área del lago se llama Aralkum, desierto de Aral. La erosión por arena es ahora el principal problema de la región. Un gran proyecto iniciado hace unos años planea llenar el desierto con vegetación.
- In this video, Railways Explained team discusses the rich history of American railways! As always, we tried to it as simple as possible, but in a comprehensive way.
We tried to give you an overview of the development of the American railways from their beginnings until modern days, with a special focus on important dates - all in a 23-min video (the history that lasts almost 200 years!).
Our main source was The complete book of North American Railroading written by Kevin EuDaly, Mike Schafer, Steve Jessup, Jim Boyd, Steve Glischinski and Andrew McBride.
Again, special thanks to each of these gentlemen.
In any case, the video is structured according to three characteristic periods, as follows:
1. The beginning and the peak of the American railroads (1828-1916),
2. The period of competition and decline (1916-1976) and,
3. Railroad Revitalization and Regulatory Reform (1976-today).